martes, 29 de enero de 2013

Desenterrando la historia sumergida

Playa de la Caleta, Cádiz. Una pequeña cala situada en al gaditano barrio de la Viña que se ha convertido en todo un símbolo para la ciudad. La Caleta tiene un encanto que radica en lo que le rodea: a un lado el Castillo de Santa Catalina, una antigua fortificación prisión y militar con forma de estrella de tres puntas, al otro lado, en un islote al que solo se podía acceder en bajamar hasta la construcción del malecón, el Castillo de San Sebastián dónde los fenicios, primeros moradores de la ciudad, levantaron el templo de Kronos y que en el siglo XVII se convirtió en fuerte para la defensa de la ciudad. Además, en esta última construcción se localiza el faro.

El canal Bahía-Caleta fue puerto natural donde fondearon, hace más 3000, años los barcos fenicios, también las tropas cartaginesas dirigidas por Amílcar Barca, junto con su hijo Aníbal y su yerno Asdrúbal. Asimismo, las fortificaciones en la playa fueron claves para la defensa de la ciudad durante los asaltos anglo-holandeses en los siglos XVII y XVIII, cuando Cádiz era el destino de los barcos comerciales que venían del nuevo mundo.

Con toda esta historia detrás, ¿qué mejor escenario para ubicar un Centro para el estudio del patrimonio arqueológico sumergido?