La etapa de esplendor
que Cádiz vivió en los siglos XVII y XVIII confirió a la ciudad de un nuevo
aspecto, caracterizado por la elevación de las torres miradores, encargadas de
vigilar el tráfico marino de la Bahía
Desde
su fundación hace 3000 años por los fenicios, la ciudad de Cádiz ha vivido volcada
al mar y al comercio marítimo. Situada en un enclave privilegiado, entre el
Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, Gades se convirtió en la segunda ciudad
más poblada de toda la civilización romana. Tras la caída del Imperio Romano de
occidente, la urbe vivió un largo periodo de declive, que se prolongó hasta el descubrimiento
del Nuevo Mundo. El comercio con América devolvió a Cádiz el esplendor del que
gozó en la antigüedad.